Owit'na Capitulo 3 y ultimo.

Aqui les dejo el capitulo 3.

Les comento que en vista del bajo interes al fic, dejare de invertir tiempo en este asunto, y aunque es el ultimo capitulo, no es el final precisamente, lo posteo pues ya lo habia terminado antes de tomar la desicion.

Salu2!

Owit’na

Capitulo 3: Una oportunidad por favor

Tardo unos instantes en ubicar la situación. Aun no comprendo que ocurre. ¿Donde esta Azula? Aun puedo sentir sus labios, su suave piel, su agradable aroma…
De pronto siento coraje, un coraje impotente. Mi mente me llevo por una mala jugada. Un sueño, un sueño que termino repentinamente por un rayo, un rayo del color de el fuego control de Azula. Y un sonido fuerte, tan fuerte como lo que siento por Azula.

Me he quedado dormido dentro del globo. Este diseño es experimental, grande, suficiente para resguardar de la intemperie a sus ocupantes. Aquí me quedare hasta la mañana, que tenga que ver a Azula para hablar con ella… ¡Demonios! Justo lo que soñaba… Lo que haré esta mañana. Ahora no podré dormir. Este sueño fue tan real, tan excitante, mis deseos hacia ella son enormes. Mas grandes de lo que sospechaba.

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Ahora espero a Azula, pero no en la pradera como soñaba, si no en una sala de junta militar. Estoy con mis ideas sumamente ordenadas, para evitar un flaqueo. Mi sueño es irreal, esto es tan real como la humillación que puedo sufrir por parte de Azula si cometo un error.

Ya entra, me mira ligeramente, sin prestar mucha atención a mi presencia. Eso me decepciona. No fue igual que mi sueño, no me presta la más mínima atención.

-Espero que no me estés haciendo perder el tiempo. Ya llevas un tiempo trabajando sobre un juguete nuevo y no quiero esta vez tener que encerrarte en un calabozo.
Me hace pasar saliva. Parece molesta. Pero eso no me extraña, estoy confundido. La Azula de mi sueño…

-El día del eclipse esta cerca, y no quiero errores. ¿A caso otra vez tengo que salvar el día de nuevo por culpa de su falta de voluntad? El avatar vendrá, con un pequeño ejercito, y espero poder atraparlo esta vez.
Muy bien, veamos si esta vez puedo obtener su atención.

-Su majestad, para empezar quiero darle algunos aspectos referentes a ese ataque que yo mismo me he tomado la libertad de investigar. Para empezar, hay otro juguete del cual usted desconoce y al parecer utilizarán para poder traspasar las primeras líneas de defensa.

Después de darle los detalles investigados por mi parte sobre los submarinos, y detalles menores, aun en mi embriagues que dejo el sueño de anoche, tengo una idea descabellada.

-Por otra parte majestad, sobre los globos, tengo un prototipo operacional, que me gustaría enseñarle yo mismo. Si usted acepta.
Paso saliva, apretadamente, esperando su respuesta. Me observa fríamente, tratando de escuadriñar mis intenciones. Estoy hecho un nudo de nervios.

-¿A caso crees que estoy para juegos?
Se ríe malévolamente, me preparo para algo no grato.

-Veamos a que quieres jugar. Al menos esta vez, sabré cual será el próximo juguete del cual me burlare de ti.
Sin dar otro gesto o muestra de alguna emoción, se encamina hacia la salida.

Ya estando frente al globo de combate, mucho más grande que el primer diseño, le explico brevemente sobre las capacidades de bombardeo y mejoras sobre las cuales he trabajado.

-¿Y dices que esto funcionará?
Me pregunta simplemente. Parece que es mi oportunidad de estar solo con ella, en mi terreno, en mi espacio.

-En este momento podremos partir si así lo desea, y le mostraré yo mismo esta maquina y sus capacidades, y también le mostrare lo que soy capaz de hacer para no defraudarla y tener su plena confianza.

Me voltea a ver con una sonrisa, gimotea un poco sarcásticamente. Niega con la cabeza.

-No solo tienes un nombre gracioso, también dices cosas extrañas. Para ganar mi confianza, falta mas que solo un juguete, por mas grande y poderoso que esté. Vamos, que no tengo todo el día.

Ya arriba y las puertas aseguradas, con majestuosidad y algo de esfuerzo adicional, utilizo mi fuego control para encender la caldera del globo. Esta diseñada para ser alimentada por dos maestros fuego, pero omito ese detalle por el momento, ya que yo solo he podido utilizarlo.

-Este globo, requiere una persona sobre el timón y un maestro fuego para mantener la caldera, pero una de mis mejoras, consiste en poder almacenar mayor fuego, para que un solo tripulante pueda realizar ambas tareas.
Explico para atraer su atención, mientras hago un sobre esfuerzo para acelerar el funcionamiento de la caldera.

Sin comentario alguno, simplemente me observa.

Una vez que toma altura, me pongo sobre el timón y empiezo a controlar velocidad y dirección, enfilo hacia el océano, donde será la entrada por los submarinos.
Una vez sobre el terreno, detengo la marcha del globo, y alimento la caldera para evitar perder altura y ganar un tiempo. Ahora Azula esta sola, conmigo, en mi lugar privado. Me acerco a ella y observo hacia fuera para empezar a explicar.
-Si usted observa, aquí hay un corredor, por el cual entrarán. No serán visibles. Como anteriormente mencioné, estarán bajo el agua.
Me interrumpe…

-¿Y acaso estas insinuando que tengo que meterme debajo de el agua para poder detenerlos?
No deja tregua ni momento para hostigarme con sus comentarios.

-No majestad. Eso es absurdo. No quiero que usted tome un resfriado. Eso no seria bueno para usted. La aprecio demasiado como para desearle tal maleficio.

Creo que esta vez me pase de listo.

-Entonces, ¿que piensas hacer, si no soy yo quien tenga que detenerlos mientras holgazanean?

Casi puedo asegurar que lo dijo en broma… Su tono de voz no fue insensible.

-Para eso me tiene usted a mi, para hacerle las cosas mas fáciles. Usted podrá ver torres con armas. No son para practicar puntería con las aves.

Gimoteo un poco para aliviar la tensión, y prosigo inmediatamente.

-El objetivo es pescarlos, con flechas, y sacarlos del agua con cadenas. No podrán cruzar tan fácil. Al menos, no llegaran completos. Eso solo es para atenuar en lo posible el ataque, para la sorpresa principal del día.

La observo fijamente.

-Esta vez estás lleno de sorpresas. Se nota que has estado trabajando. Puede que a parte de reir de tu nombre, no me avergonzare de tu presencia..

Lo ha tomado bien… excelente. Mi oportunidad. Todavía falta el plato fuerte.

-No sabe cuanto lo deseo.

Susurro, pero creo que demasiado fuerte.

-Ya sabremos que tan fuertes son tus deseos… general.

Me ha escuchado. Parece ser que mi pequeño truco esta funcionando.

-Si yo fuera usted, lo tomaría como un hecho. Porque lo mejor estoy por contarle. Y donde este juguete lo va a demostrar.

Prosigo con toda seguridad. Le doy los detalles de cómo los globos acabaran con el escape de las tropas enemigas si emprendieran una huida.
-Muy bien general, cuento con usted, y espero que aproveche esta oportunidad.
Ahora, el broche de oro.

-Azula, hay una ultima cosa que quisiera obsequiarle. Este globo es un prototipo para los soldados. Pero trabajo en uno especial para usted. Lo diseñe pensando en que usted quiera controlar una avanzada desde el globo. Piense usted, desde el cielo, controlando el mundo, como una diosa.

No creí poder decir este tipo de cosas. En realidad no tengo ningún diseño…

-Es hora de regresar, no habrá olvidado la reunión de esta tarde con mi padre.

Reunión en la cual concertaríamos la estrategia del día del eclipse.

-No majestad, en un momento partiremos.

Ahora a volver a alimentar la caldera. Pero me detiene súbitamente por el hombro.

-Tengo que advertirte Owit. El avatar esta muerto, para mi padre. El hecho que usted sepa de su existencia, lo convierte en un confidente solo para mí. Digamos que es nuestro secreto. No defraude mi confianza, que no es fácil ganarla. Siento simpatía por usted.

Esas palabras… Un escalofrió me recorre de pies a cabeza.

-Por su puesto que no majestad. Mis esfuerzos son para usted.

Quiero terminar la frase, pero no creo que sea prudente. Decirle lo mucho que la deseo. Que puede confiar en mi mas de lo que ella sospecha.

-Se hace tarde y tu juguete no se mueve… ¿A caso piensas tenerme aquí arriba todo el dia?

Cierto, no he alimentado la caldera, incluso ya debería a empezar a descender pues deje pasar el tiempo de alimentarla.

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Vamos de camino, y no hemos vuelto a cruzar palabra. Ella permanece cerca de mí. No se si sentirme nervioso por ser ella la princesa, o si es mi atracción por ella lo que me pone nervioso. Recuerdo aun mi sueño, como si fuera realmente a suceder. Faltan algunos minutos para llegar aún. Quiero decir algo… no tengo el valor de hacerlo.

-Azula, quiero decirle… que le tengo gran estima personal. Por favor, le pido una oportunidad por favor… de probar la veracidad de estas palabras.

Momentos eternos, fríos, no se que esperar con lo que acabo de decir…

hola yo de nuevo...
bueno te keria decir que es muy lindo y bue nos vemos